“El predominio de la encuesta es expresión de debilidad institucional”
“El Gobierno intenta ganar tiempo, frente a un panorama difícil en lo económico y en lo sanitario. Por eso, promueve la postergación de las PASO, para lo cual ha logrado un acuerdo con la oposición. La explicación, avalada por las encuestas, es que en la medida que aumente la vacunación el oficialismo recuperará imagen e intención de voto”, explica Eduardo Fidanza, director de Poliarquía.
“De cualquier modo, según los datos de Poliarquia, el Presidente aún conserva una aprobación de aproximadamente el 40%. Esto, si bien expresa un considerable desgaste, es un piso a partir del cual podría empezar a recuperar posiciones”, advierte el consultor. Fidanza coincide con que, durante el macrismo, también se buscó evitar las PASO con la expectativa de que una eventual recuperación económica le daría mejores resultados electorales a Mauricio Macri, directamente, en las elecciones generales. “Sucede que todos los gobiernos, más allá de su color: quieren ganar tiempo en los años electorales. Antes eran los ‘brotes verdes’; ahora son las vacunas”, compara.
“Comparto el argumento de que el predominio de las encuestas es una expresión de debilidad institucional; y, agregaría, de ausencia de imaginación y liderazgo político. A esto debe sumarse, creo, la manipulación de la legislación y los cronogramas electorales, que con oportunismo los gobiernos cambian a su antojo”, diagnostica el sociólogo.
“Debemos recordar que las PASO no fueron producto de un acuerdo entre partidos, sino la respuesta que encontró el kirchnerismo después de haber perdido una elección de medio término (en 2009). Nacieron de un interés partidario, no de un consenso entre partidos, que es otra cosa. Creo que a la democracia argentina le haría muy bien unificar los calendarios electorales, votar todos los cargos el mismo día, en todo el territorio, con una legislación estable y cosensuada”, concluye.
“Mensuran el capital político y eso ordena todas las decisiones”
“Con todas las limitaciones que tienen, las encuestas definen candidaturas, frentes electorales, costos políticos por las medidas que se tomen durante la cuarentena y, también, las PASO. No es un fenómeno argentino ni de este año: así es la política contemporánea. Porque las encuestas ayudan a mensurar cuánto capital político se tiene. Y eso ordena todas las decisiones”, identifica el politólogo Carlos Fara.
El consultor advierte, sin embargo, que en el escenario argentino actual “todos los cálculos son, en realidad, un gran signo interrogación. Ya sabemos, a partir de las experiencias electorales de 2015, de 2017 y de 2019, que lo que hoy es Juntos por Cambio tiene mejor performance en las elecciones generales que en las PASO”. Precisamente, el presidente de Carlos Fara & Asociados plantea, a modo de ucronía: “¿qué hubiera pasado si no había PASO en 2019 y los argentinos no se enteraban de que había tanta diferencia (a favor del peronismo)? Luego de esas Primarias, muchos electores ‘no K’ fueron a tratar de equilibrar los tantos en las urnas. Entonces, las PASO dan datos que influyen en el voto de las generales. Si sólo hubiere una instancia para votar, sin Primarias antes, el votante va a decidir su sufragio por la información con la que cuente en su contexto”, puntualizó. Es decir, con encuestas.
El politólogo estadounidense Robert Dahl afirma que la incerteza electoral es un indicador de la democracia porque ello demuestra que los comicios son competitivos. Si es así, hay buenas noticias para el país. “Hoy todo es un gran interrogante”, subraya Fara.
“Si fuera por el Frente de Todos, no debiera haber generales y sólo deberían celebrarse las PASO, porque les va mejor en las Primarias”, afirma, irónicamente. “Si es por la oposición, quieren que haya PASO para que la gente vea el desgaste del oficialismo, se anime y vaya a votar una opción distinta que el Gobierno en la general”, puntualiza. “¿Cuánto influirá una eventual recuperación económica? Algo. Y la apuesta a la pandemia sólo se puede tramitar con vacunas. Entonces nadie puede asegurar qué le conviene: si cancelar las PASO o celebrarlas; ni mucho menos la fecha”, concluye.
“Es la herramienta ordenadora que define quién entra a la cancha”
“Está sucediendo algo muy particular con las encuestas: tienen cada vez mayor poder de fuego. Las PASO, se sabe, funcionan como ordenadores electorales. Pero la primera herramienta ordenadora, previa a las Primarias, es la encuesta: define quiénes entran a la cancha y quiénes no”, precisa Marta Reale, directora de Reale Dalla Torre Consultores.
“Por otro lado, como todo está bastardeado, en la crisis de credibilidad, entran políticos, científicos, encuestadores, periodistas... La credibilidad es hoy un bien más escaso que las vacunas. Con las encuestas, igual: entran en el terreno de cuál más creíble, cuál certera, cuál más válida en su metodología. Pero aun así son absolutamente relevantes”, define.
La especialista en investigación de mercados advierte que hay una similitud entre lo que buscó Mauricio Macri en 2019 y lo que ensaya hoy Alberto Fernández. “En ambos casos, se buscó ganar tiempo. Y en ambos casos las expectativas estuvieron puestas en el segundo semestre: que la recuperación económica impacte en humor social y mejor performance. Macri entendió que había cierta mejoría respecto de la crisis de 2018, pero que no se iba a ver en agosto: tenía razón. Con Alberto hoy pasa lo mismo”, contrasta la consultora.
Según la experta en Marketing, “la situación sanitaria es una realidad objetiva y la segunda ola es más compleja y más grave que la situación del año pasado. Con el agravante de que la Nación abusó de la herramienta del confinamiento, entonces hay fatiga en la población. La gente gente no tiene más margen ni económico ni anímico. Es un escenario muy complejo. Y la realidad es que lo único que se busca el gobierno es ganar tiempo”, subrayó.
¿Por qué, entonces, Juntos por el Cambio accedió a aplazar los comicios? “Por un lado, para no aparecer como indolentes ante la tragedia de la pandemia. Por otro, marcarle la cancha al Gobierno: las PASO se aplazan un mes, pero no se eliminan ni tampoco se las unifica con las generales, a modo de Ley de Lemas, como quería el massismo”, responde. “Es que en las Primarias, el voto ‘anti K’ se toma licencias y vota alternativas. Pero en la general se encolumna detrás de la opción con más chanches contra el kirchnerismo”, concluye.